Medio ambiente, salud y economía, tres en uno

Las evaluaciones más recientes indican que la manera y el ritmo con que usamos los recursos naturales son insostenibles. Estamos consumiendo más recursos naturales de los que el planeta puede producir y contaminamos muy por encima del nivel sostenible para un ecosistema de buena calidad. Los efectos acumulativos de nuestras actividades deterioran nuestra salud así como la salud del planeta y su capacidad para abastecernos. Estos retos solo se pueden resolver mediante una planificación a largo plazo y una acción coherente.

Recientemente, la Unión Europea ha aprobado su Séptimo programa de acción en materia de medio ambiente (7º PMA). El 7^º PMA resume los objetivos prioritarios de la política de medio ambiente de la Unión Europea hasta 2020 e introduce una visión a largo plazo para 2050 con el fin de abordar los problemas principales. Se basa en la creencia de que la prosperidad económica y el bienestar de los ciudadanos europeos dependen del estado de salud de su capital natural.

El 7^º PMA está estrechamente relacionado con otros marcos políticos europeos, como la Estrategia Europa 2020, el paquete de medidas sobre el clima y la energía de la UE, la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad hasta 2020, la Hoja de ruta para una Europa eficiente en el uso de los recursos y la Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050.

Cómo se define «vivir bien»

Ya en el título «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta», el 7^º PMA recoge el reto que tenemos ante nosotros así como nuestro objetivo a largo plazo. En términos económicos, vivir bien significa tener un trabajo digno que nos proporcione ingresos suficientes, pero también tener acceso a bienes y servicios. Desde el punto de vista físico, significa disfrutar de una vida sana, sin enfermedades, tensiones ni ruido, y tener acceso a aire y agua limpios. No obstante, vivir bien también nos obliga a elegir, lo que en definitiva determina lo que producimos y lo que consumimos.

Intentar abordar nuestro consumo insostenible mediante paquetes de leyes y campañas para concienciar sobre el impacto medioambiental de nuestras decisiones podría parecer ineficaz, lento y poco realista. También podemos darle la vuelta y preguntarnos si es realista creer que podemos seguir como hasta ahora para siempre. Nuestros datos e indicadores nos muestran que no es posible.

Acciones que ya están en marcha

Ya existen un conjunto de leyes de la UE dirigidas a conseguir los objetivos prioritarios perfilados en el 7^º PMA, como las directivas relativas a los hábitats y a las aves, la Directiva marco sobre la estrategia marina, las directivas sobre la calidad del aire, la Directiva marco sobre el agua, y otras medidas que abordan el cambio climático, los productos químicos, la gestión de los residuos, etc.

El presupuesto de la UE para el período 2014-2020 destina una notable cantidad de dinero a los objetivos relacionados con el 7^º PMA. Ahora bien, son los Estados miembros de la UE los que deben desempeñar un papel central en la aplicación y la mejora de la aplicación de estas directivas y medidas. Esos objetivos prioritarios deben traducirse en proyectos concretos e iniciativas a escala local, nacional y europea.

Vigilar más de cerca las ciudades

Con el 7^º PMA, la definición de medio ambiente no se limita a bosques vírgenes y lagos de agua cristalina lejos de aquí. Aborda el corazón de nuestras sociedades: nuestras ciudades, donde vive el 80 % de los europeos.

El 7^º PMA apunta más a los espacios verdes y las masas de agua de las zonas urbanas o sus alrededores. Su alcance político más amplio prevé mejorar la movilidad urbana, la calidad del aire en las ciudades, la eficiencia energética de los edificios, el tratamiento de las aguas residuales, etc., en una visión claramente integrada y conectada de las características del ecosistema (urbano).

El 7^º PMA supone un paso significativo, oportuno y ambicioso hacia la visión de la UE para 2050, sobre todo teniendo en cuenta que se adoptó en un entorno de crisis económica prolongada. Alcanzar estos objetivos no solo nos permitirá gozar de un medio ambiente más sano, sino también mejorar la salud de nuestra economía, nuestras familias y nuestros amigos. Espero con ilusión su puesta en práctica.

Felices fiestas y mis mejores deseos para el nuevo año.

Hans BRUYNINCKX

Director ejecutivo

Editorial publicado en el número 2013/2 del Boletín de la AEMA, diciembre de 2013