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Anna tiene 37 años de edad y vive en pleno centro de Bruselas. Ella y su hijo Johan están planeando una excursión fuera de la congestionada ciudad. Anna padece asma y su médico le ha advertido de los peligros de la contaminación atmosférica, especialmente en los cálidos días de verano.
Anna ha oído hablar de las nieblas de Londres que en la década de 1950 provocaron la muerte de 2 000 personas en una semana. Recuerda haber visto en su infancia boletines de noticias vespertinos que mostraban peces muertos y árboles moribundos, coincidiendo con la generalización del término «lluvia ácida» en la década de 1970.
La maternidad y un reciente ataque de asma le han hecho reflexionar nuevamente sobre la contaminación atmosférica. Lo cierto es que desde la infancia de Anna se han reducido notablemente las emisiones de numerosos contaminantes atmosféricos en Europa. El aire que ella y Johan respiran es mucho más saludable que en el pasado y la política en materia de calidad del aire es uno de los grandes éxitos de los esfuerzos medioambientales de la UE. La política comunitaria ha reducido drásticamente sobre todo las emisiones de azufre, el principal componente de la «lluvia ácida».
En cambio, el nitrógeno, otro de los principales componentes de la «lluvia ácida», no se ha abordado con la misma atención y continúa causando graves problemas. Una importante proporción de la población urbana europea vive todavía en ciudades en las que se superan periódicamente los límites de calidad del aire de la UE, establecidos para proteger la salud humana. Cada año mueren prematuramente muchas más personas a causa de la contaminación atmosférica que en accidentes de tráfico.
El objetivo europeo de alcanzar niveles de calidad del aire que no sean perjudiciales para la salud de las personas o del medio ambiente todavía no se ha alcanzado. Un análisis de la AEMA sugiere que 15 de los 27 Estados miembros de la UE incumplirán uno o más de los objetivos legalmente vinculantes de reducir contaminantes atmosféricos perjudiciales en 2010.
En la actualidad, las partículas y el ozono troposférico son generalmente considerados como los dos contaminantes más perjudiciales para la salud. La exposición crónica a concentraciones máximas puede tener efectos muy diferentes en la salud, desde irritaciones leves del sistema respiratorio hasta la muerte prematura.
Las diminutas partículas procedentes de escapes de vehículos y estufas domésticas afectan a los pulmones. La exposición puede dañar a personas de todas las edades, pero especialmente a las que tienen problemas cardíacos y respiratorios.
Según los últimos datos de la AEMA, desde 1997, hasta el 50 % de la población urbana de Europa puede haber estado expuesta a concentraciones de partículas superiores al límite fijado por la UE para proteger la salud humana. El 61 % de la población urbana puede haber estado expuesto a niveles de ozono que superan el objetivo de la UE. Se ha calculado que las PM2,5 (partículas finas) suspendidas en la atmósfera han reducido en más de ocho meses la esperanza de vida estadística en la UE.
La AEMA ha comprobado que, pese a reducirse las emisiones de estos dos contaminantes clave desde 1997, las concentraciones medidas en el aire que respiramos no han variado significativamente. Hoy por hoy se desconoce la razón de que no se haya producido una disminución de las concentraciones ambientales, pero podría deberse a una combinación de varios factores: el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático puede afectar a la calidad del aire; es posible que nos encontremos en el extremo receptor de la contaminación de otros continentes o de emisiones naturales de sustancias formadoras de ozono emitidas por los árboles, por ejemplo.
Anna tiene previsto pasar un día en el campo con Johan. Antes de dejar su apartamento, visita la página IRCEL, un servicio web del Gobierno que contiene abundante información periódica sobre la calidad del aire en Bélgica. Utilizando mapas, Anna puede consultar lecturas y previsiones de partículas, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, entre muchos otros. La web recibe los datos desde estaciones de vigilancia distribuidas por todo el país.
Las mejoras de los controles y la disponibilidad de información sobre la contaminación atmosférica es otro de los éxitos de los últimos años. Lo datos locales sobre niveles de ozono, por ejemplo, se transmiten ahora al servicio «Ozone web» (1) de la AEMA, que proporciona una panorámica de la situación a nivel europeo.
Anna se desplaza por un mapa de Bélgica y amplía una estación de vigilancia situada en pleno centro de Bruselas, a menos de dos kilómetros de su domicilio.
La lectura, tomada hace diez minutos, muestra un elevado nivel de ozono en Bruselas. De hecho, la página web pronostica que se superarán los valores del objetivo de la UE en el transcurso del día y también al día siguiente (figura 1).
Anna sale de su apartamento y se dirige a la estación de metro más cercana, situada a 10 minutos a pie. En la calle, los problemas que ocasiona la congestión de tráfico de la ciudad son fáciles de apreciar, y de oler.
Las emisiones de los escapes de vehículos del centro de Bruselas y de todas las capitales irritan las vías respiratorias, los ojos y los pulmones. Anna y Johan entran en la estación de tren de cercanías y se dirigen al campo.
En poco tiempo, Anna y Johan entran en el parque nacional situado a las afueras de Bruselas. Un letrero les informa de que están visitando un espacio Natura 2000, una parte de una red ecológica de ámbito europeo creada para proteger hábitats naturales y conservar la diversidad vegetal y animal.
Pero, ¿y ese olor? Un tractor está rociando estiércol líquido en un campo no muy lejos de allí. Esto es irritante, piensa Anna, pero forma parte también de la auténtica vida rural, retratada de manera mucho más romántica en los cuadernos de dibujo de Johan.
El olor tan penetrante se debe a las 40 sustancias químicas que libera el estiércol. El amoniaco (NH3), un compuesto nitrogenado volátil, es uno de ellos. En concentraciones muy altas, el NH3 es cáustico y puede dañar las vías respiratorias. Sin embargo, los niveles aquí no son peligrosos para la salud humana. Anna puede respirar aliviada, aunque el aire huela mal. El nitrógeno es un nutriente esencial en la naturaleza. Nuestros cuerpos utilizan formas de nitrógeno reactivas para fabricar proteínas. Sin embargo, un exceso de nitrógeno puede ocasionar graves problemas ambientales y de salud.
La «lluvia ácida» se forma cuando el aire contiene altos niveles de óxidos de azufre y nitrógeno. La reducción masiva de las emisiones de dióxido de azufre ha sido uno de los grandes éxitos de las políticas en materia de contaminación atmosférica de los últimos decenios. Los 32 países miembros de la AEMA redujeron las emisiones de azufre en un 70 % entre 1990 y 2006. El problema del nitrógeno, en cambio, no se ha abordado con la misma eficacia.
Al disminuir las emisiones de azufre, el nitrógeno es ahora el principal componente acidificante en nuestra atmósfera. La agricultura y el transporte son las principales fuentes de contaminación por nitrógeno. La agricultura por si sola es responsable de más del 90 % de emisiones de amoníaco (NH3).
De pronto, Johan, que iba caminando con paso titubeante, pierde el equilibrio y cae en una mata de ortigas. Después de levantarlo y limpiarlo, Anna se da cuenta de que hay ortigas por todas partes. Recuerda muy bien haberlas visto en el jardín de un vecino cuando era niña. Después, las ortigas crecieron alrededor de un montón de compost que se utilizaba también para echar excrementos avícolas.
No era mera coincidencia: esta planta urticante es un indicador de suelos con altas concentraciones de nitrógeno.
La «eutrofización» es la causa más probable de esta proliferación de ortigas que rodean a Johan. Se produce cuando un ecosistema terrestre o acuático dispone de demasiados nutrientes químicos (como el nitrógeno). En el agua se produce un crecimiento excesivo de plantas y la consiguiente descomposición, que a su vez tiene otros efectos, entre ellos el agotamiento del oxígeno. Los peces y otros animales se asfixian a medida que se consumen las reservas de oxígeno.
En este caso, la abundancia de ortigas sugiere que, pese a ser un hábitat protegido, el espacio Natura 2000 no es inmune a los depósitos de nitrógeno atmosférico. La valla que delimita la zona no ofrece protección; de hecho, para protegerla completamente de sustancias atmosféricas habría que cubrir la zona con un invernadero.
Los esfuerzos de mitigación del cambio climático mejorarán la calidad del aire En enero de 2008, la Comisión Europea propuso un paquete de medidas relativas al cambio climático y la energía para:
Los esfuerzos necesarios para cumplir estos objetivos reducirán asimismo la contaminación atmosférica en Europa. Las mejoras de la eficiencia energética y un mayor uso de energías renovables, por ejemplo, permitirán reducir el empleo de combustibles fósiles, que son una importante fuente de contaminación atmosférica. Estos efectos secundarios positivos se denominan «co-beneficios» o beneficios complementarios de las políticas en materia de cambio climático. Se ha calculado que el paquete descrito permitirá reducir a razón de 8 500 millones de euros anuales el coste del cumplimiento de los objetivos en materia de contaminación atmosférica de la UE. El ahorro para los servicios sanitarios europeos puede representar hasta seis veces esta cifra. |
La contaminación atmosférica no se detiene ante las fronteras nacionales; es un problema que debe abordarse a escala internacional. El Convenio de las Naciones Unidas sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia (Convenio LRTAP) acordado en 1979 ha sido ratificado por 51 países y forma la base de la lucha internacional contra la contaminación atmosférica.
Paralelamente, la UE ha desarrollado políticas que limitan las emisiones totales de cada Estado miembro, estableciendo límites legalmente vinculantes. La «Directiva sobre techos nacionales de emisión» (NECD) es una política clave de la UE. Establece «techos» o límites para cuatro contaminantes: dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOX), compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM) y amoniaco (NH3). Los Estados miembros deben ajustarse a estos topes hacia 2010.
La AEMA considera que es necesario continuar reduciendo las emisiones para proteger adecuadamente el medio ambiente y la salud. Un análisis de la AEMA sobre los datos más recientes de la NECD (2) revela que 15 Estados miembros incumplirán por lo menos uno de sus cuatro techos; otros 13 prevén incumplir los techos para los 2 contaminantes nitrogenados NOX y NH3 (3).
En 2009, la Comisión Europea prevé publicar una propuesta de revisión de la actual Directiva NEC, que incluirá techos más rigurosos para el año 2020. Posiblemente se propondrán por primera vez límites nacionales para partículas finas (PM2,5).
La Directiva NEC se refleja en directivas de calidad del aire que fijan valores límite y objetivo para los principales contaminantes atmosféricos. En abril de 2008 se adoptó una nueva, la Directiva «Una atmósfera más limpia en Europa» (CAFE). Por primera vez se fijan límites legalmente vinculantes para concentraciones de PM2,5 (partículas finas), que deben alcanzarse en 2015. Además, la Comisión Europea expedienta a los países que han incumplido los límites anteriores y, en los casos en que no se han definido medidas suficientes para mejorar los resultados, ha incoado procedimientos de infracción.
Al caer la tarde ese mismo día, Anna ve en las noticias de la noche que el Gobierno ha emitido una alerta por contaminación atmosférica debido a que el nivel de ozono supera el umbral de la UE. La alerta aconseja a la población con problemas respiratorios que tome precauciones y evite esfuerzos mientras los niveles de ozono permanezcan altos.
Bibliografía
Coordination Centre for Effects, Data Centre of the International Cooperative Programme on Modelling and Mapping of Critical Levels and Loads and Air Pollution Effects, Risks and Trends (ICP Modelling and Mapping, ICP M&M).
Directive 2008/50/EC of the European Parliament and of the Council of 21 May 2008 on ambient air quality and cleaner air for Europe.
EEA, 2006. Air quality and ancillary benefits of climate change policies, EEA Technical report No 4/2006.
EEA, 2008a. The NEC Directive status report. EEA Technical report No 9/2008.
EEA, 2008b. Annual European Community LRTAP Convention emission inventory report 2008. EEA Technical report No 7/2008.
EEA, 2009. Assessment of ground-level ozone within the EEA member countries with focus on long-term trends (in preparation).
EEA. Core set indicator CSI-04: Exceedance of air quality limit values in urban areas.
EEA Ozone web. Ozone pollution across Europe.
European Commission, 2002. The Sixth Environment Action Programme of the European Community 2002–2012 (1600/2002/EC).
European Commission, 2005a.
Directorate
General for Energy and Transport.
European Commission Thematic Strategy on Air Pollution (2005). Communication from the Commission to the Council and the European Parliament. COM(2005)446 final and press release.
European Commission, 2005b. Thematic
Strategy on Air Pollution (2005). Communication from the
Commission to the Council and the European Parliament.
COM(2005)446 final. IIASA, 2008. 'National Emission Ceilings
for 2020 based on the 2008 Climate & Energy
Package'. NEC Scenario Analysis Report Nr. 6.
International Institute for Applied Systems Analysis, July
2008.
Task Force on Reactive Nitrogen (TFNr), Convention on Long-range Transboundary Air Pollution.
(1) Contaminación por ozono en Europa: http://www.eea.europa.eu/maps/ozone. Se está desarrollando un servicio similar que facilitará información sobre los niveles locales de partículas en Europa.
(2) El informe de estado de la Directiva NEC (Informe técnico de la AEMA n.º 9/2008) documenta los datos comunicados oficialmente por los Estados miembros a finales de 2007.
(3) Bélgica, Francia, Alemania y los Países Bajos creen que nuevas políticas y medidas, que todavía no están en vigor, les ayudarán a alcanzar sus techos de emisiones para 2010. Además, algunos Estados miembros creen que cumplirán con creces sus techos originales.
For references, please go to https://eea.europa.eu./es/articles/cada-vez-que-respiras-la-calidad-del-aire-en-europa or scan the QR code.
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