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Acerca del cambio climático

Página Última modificación 03/06/2016
El cambio climático es una de las mayores amenazas ambientales, sociales y económicas a las que nos enfrentamos. El calentamiento del sistema climático es inequívoco, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Las observaciones realizadas indican un aumento de las temperaturas medias globales del aire y el océano, la fusión generalizada de la nieve y el hielo y el aumento global del nivel del mar. Es muy probable que la mayor parte del calentamiento pueda atribuirse a las emisiones de gases de efecto invernadero consecuencia de la actividad humana.

El cambio climático representa el mayor fracaso del mercado de todos los tiempos, y el de alcance más amplio.

Sir Nicholas Stern, Director del Servicio Económico del Gobierno del Reino Unido
y antiguo Economista Jefe del Banco Mundial, 2006

En los últimos 150 años, la temperatura media ha aumentado casi 0,8 ºC en todo el mundo, y en torno a 1 ºC en Europa. Once de los doce últimos años (1995-2006) figuran entre los más calurosos de los recogidos en los registros instrumentales de la temperatura de la superficie de la Tierra (desde 1850). Si no se emprenden acciones a escala mundial para limitar las emisiones, el IPCC prevé que pueda producirse un nuevo aumento de las temperaturas globales de entre 1,8 ºC y 4,0 ºC para 2100, es decir, que la temperatura subiría desde la era preindustrial más de 2 °C. Superado este umbral, los cambios podrían ser irreversibles y probablemente catastróficos. (Para más información:)

Las consecuencias del cambio climático pueden apreciarse ya, y previsiblemente se harán aún más pronunciadas. Se espera que aumente la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías e inundaciones. En Europa, los mayores aumentos de temperatura se observan en las regiones meridional y ártica. Las precipitaciones disminuyen en el sur de Europa y aumentan en el norte y noroeste. Son cambios que afectan a los ecosistemas naturales, la salud humana y los recursos hídricos. En los sectores económicos como la silvicultura, la agricultura, el turismo y la construcción, las consecuencias serán negativas en su mayor parte. Es posible que el sector agrario en Europa septentrional se beneficie de un aumento limitado de la temperatura.

Para detener el cambio climático es preciso reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de forma significativa, así como aplicar políticas a tal efecto.

Las fuentes principales de gases de efecto invernadero a consecuencia de la actividad humana son las siguientes:

  • la combustión de carburantes fósiles para la generación de electricidad, el transporte, la industria y los hogares;
  • la agricultura y los cambios en el uso del suelo, como la deforestación;
  • los vertidos de residuos, y
  • la utilización de gases fluorados industriales.

 

Aunque las políticas adoptadas y los esfuerzos realizados para reducir las emisiones sean eficaces, es inevitable que se produzcan algunos cambios en el clima. En consecuencia, debemos desarrollar también estrategias y acciones para adaptarnos a los efectos del cambio climático en Europa y, en especial, en otros lugares del mundo, puesto que los países menos desarrollados son una de las partes más vulnerables, por su limitada capacidad técnica y financiera para adaptarse.

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